CONFIABILIDAD, MANTENIBILIDAD Y DISPONIBILIDAD
Por Luis Felipe Sexto
Unos de los problemas fundamentales que enfrenta el desarrollo de la confiabilidad de los activos de una empresa, es la mentalidad de solución de problemas que domina el pensamiento de todos aquellos que tienen la autoridad y la responsabilidad para cambiar el estado de cosas. En no pocas ocasiones se tiene a la corrección (que no a la acción correctiva) como paradigma de buenas prácticas de mantenimiento.
Se trata del modelo intelectual que ha dominado la mentalidad de mucha gente (directivos, mantenedores y otros) durante décadas. Independientemente de la existencia de principios, tecnologías y positivas experiencias que se han desechado por subestimación o sobrestimación, al pensarse que son improcedentes de llevar a la realidad empresarial “por no ajustarse a nuestra cultura”. En algunos casos en realidad no se ajustan a las prácticas impuestas y que no se quieren abandonar.
La disponibilidad es la probabilidad de que un activo realice la función asignada cuando se requiere de ella. La disponibilidad depende de cuán frecuente se producen los fallos en determinado tiempo y condiciones (confiabilidad) y de cuánto tiempo se requiere para corregir el fallo (mantenibilidad). De modo que la mantenibilidad queda definida como la probabilidad de que un activo (o conjunto de activos) en fallo, sea restaurado a su estado operativo, dentro de un tiempo determinado, cuando la acción de corrección se efectúa acorde a los procedimientos establecidos por la empresa.
Las fórmulas de confiabilidad formales consideran suposiciones que no siempre resultan válidas para el análisis. Por ello se precisa el estudio cuidadoso para seleccionar los modelos adecuados que reflejen aceptablemente la realidad. Se observa en el esquema que determinado grado de disponibilidad será el resultado del comportamiento de la confiabilidad y la mantenibilidad del activo. ¿Convendrá invertir en mejorar la confiabilidad o la mantenibilidad para lograr un objetivo de disponibilidad? Habrá que valorar en cada caso.
Preciso es reconocer que una intervención, sea reparación por sustitución o restauración, no tienen que necesariamente devolver al activo, o sistema, a un nivel de confiabilidad igual, o presumiblemente superior, al que tenía cuando nuevo. Existen diferentes estados en que puede quedar un activo después de labores preventivas o correcciones. Un activo puede manifestarse en cualquiera de las siguientes situaciones:
- Tan bueno como nuevo.
- Mejor que antes de fallar, pero peor que nuevo.
- Mejor que nuevo.
- Tan malo como antes de fallar.
- Peor que antes de fallar.
8 comentarios
Miguel A Polo -
Estoy haciendo mi tesi sobre mantenimiento el cual consiste en analizar el sist. de mantenimiento de una empresa para desarrollarlo basandose en la confiabilidad.y estoy de acuerdo conque un buen mantenimiento no depende de las herramientas , ni de la tecnologuia sino de la disponivilidad,
ivan -
MARCELO CATALAN L -
buscada cuando realmente sea efectiva
-Para la mayoria de los modelos de confibilidad de utilizan los estados 2, 4 y 5 pero en general la situacion es intermedia, por ejemplo: Tras un ajuste, un motor no es tan bueno como nuevo pero si ha sufrido un rejuvenecimiento.
MARILYN ALVAREZ -
Alberto Gil -
Me olvidaba, te escribo desde Peru
Alberto
victor perez -
victor perez -
david saturno -